domingo, 7 de marzo de 2021

Travesía Torca de los Morteros - Cueva de Imunía

¿A las 6 de la mañana? ¿Estamos locos?

- Con los albergues cerrados por el bicho, para poder volver en el día sin problemas con el toque de queda, toca madrugar.

- En fin, sea pues...


Ángel, de Ávila, me había dicho que tenía ganas de cueva. Rebeca había propuesto algo para el primer finde de marzo. Buscamos entre listas de cavidades burgalesas y nada nos atraía realmente. Y pensando en el viaje que se iba a meter Ángel, tampoco era plan llevarlo a un gua. Hasta que me vino a la mente una travesía que hice por única vez hace 12 años: Morteros - Imunía.

Habré estado más de 20 veces en ese sistema. Visitas al Primer y Segundo Piso, exploración de cabecera y aledaños del Pozo Amable a principios de los 2000, visitas al Tercer y Cuarto Piso y el descubrimiento (justo el día en que realizamos la travesía) y exploración de la nueva red profunda (-400) de Imunía. Le tengo aprecio al sistema, y eso que no anda sobrado de formaciones, precisamente...

Planteamos la travesía con un ataque paralelo de dos grupos por ambas bocas. Es lo más rápido y cómodo. Por Imunía entrarían Rebeca, Matapinos y Esteban; por la Torca, Ángel, los dos Pablos y yo. La entrada por Imunía es más corta pero más bonita de instalar, porque parece que estás bajando un barranco, con su rosario de pozos activos encadenados. Por Morteros tendríamos hasta 8 resaltes que instalar. Nos cruzaríamos a -135 y subiríamos desinstalando la vía del otro equipo. La salida requería algo más de coordinación que otras, por tener que dividir el material en dos y calcular horarios. Las cuentas, con ciertos márgenes, eran:

  • 06:00: salida de Aranda.
  • 08:30-09:00: fin de trayecto.
  • 10:00: entrando.
  • 14:00: hora límite para encontrarnos en las gateras arenosas.
  • 18:00: hora límite de salida por ambas bocas.
  • 19:00: hora límite para arrancar los coches.
  • 22:00: todos metidos en casita.
Cumplimos con la hora de salida y de llegada, pero no con la hora de entrada en cueva, ¡porque nos dimos mucha prisa! Poco después de las 09:00 nos separábamos en la boca de Imunía. Había sido un acierto venir con los todo-terrenos, y eso que no pudimos acercarlos hasta la misma boca de Imunía por un nevero que bloqueaba el camino a 300 metros de ella.

Los prados de Imunía

Decidimos darnos como hora máxima para el encuentro las 13:15. Si no conseguíamos reunirnos, cada equipo regresaría por el lugar de entrada y no por el opuesto, como era la idea.

Torca de los Morteros

Aunque están próximas, acertar con la boca de la Torca a la primera no es tan fácil, porque hay que superar un cortado rocoso. La niebla llorona no ayuda pero los neveros sí, para no pincharnos con tanto matojo. Al llegar, cuerda instalada en fijo. ¡Qué raro! No hemos visto ningún coche aparcado. Por si acaso, instalamos por el otro lado del pozo. Hay tacos y placas fijas de sobra.

Instalando el P25 de entrada

Recorremos el Primer Piso hasta el desfondamiento de conexión con el Segundo. No hace falta ni plantearse por cuál de los posibles huecos hay que colarse: una cuerda fija nos encamina al más directo. Sea pues. Recorremos esta pequeña red intermedia descubriendo que hay más cuerdas fijas instaladas y, ya con poca sorpresa, la del P9 de bajada al Segundo Piso también está ahí.

Tranquilamente continuamos por la galería hasta la Encrucijada. Nos entretenemos un poquito asomándonos al P120, por el que cae agua, con algo menos de estruendo del que imaginaba (no olvidemos que queda nieve en superficie y ha estado lloviendo un poco). Tomamos la ruta hacia el Tercer Piso y vemos que los resaltes también están instalados en fijo. Es una mezcla de alivio y desilusión: está resultando demasiado fácil. A pesar de ello, vamos situando reflectantes provisionales en todos los puntos susceptibles de despiste: Rebeca ha pedido que le dejemos miguitas para no perderse.

Hacia el Tercer Piso

Superados todos los resaltes de cuerda, toca agacharse sobre la arena. Estamos a -135...

Las gateras arenosas

Cueva de Imunía

Todos los arroyos que suelen aportar agua por la entrada de Imunía lo están haciendo. El caudal que llega de las galerías superiores no es bajo tampoco. Toda esa agua se va por la nueva red. Sin embargo, hay agua de sobra para que un nuevo aporte se cuele con nosotros, por el paso que tenemos que buscar entre bloques. El chorrón de aire nos indica que el camino es el correcto. Enseguida aparecen los spit de cabecera.

Instalamos la secuencia de pozos sin alejarnos demasiado del cauce, ya que el caudal es pequeño y se puede esquivar. Sin incidentes alcanzamos la ventana que da al Tercer Piso, para lo que una cuerda fija nos guía y nos ayuda. Como vamos bien de tiempo, hacemos una paradita para comer y beber... Y escuchamos a los lejos: -¡Vaamooos, que me abuurroooo!- ¿Cómo es posible? ¡Los de la Torca han llegado mucho antes que nosotros! Terminamos de instalar la rampa y el último P10 antes de encontrarnos con ellos. Nos enseñan casi todas sus cuerdas y anclajes y nos dicen que no han necesitado instalar nada, que todo era "destrepable"... Por lo bajinis, Javi le confiesa a Esteban, para que Rebeca siga con la mosca tras la oreja, que estaba todo instalado en fijo y sólo tendrán que retirar la cuerda roja de la entrada.

Rebeca desciende el P10 justo antes del encuentro.

Caminos cruzados

Los que veníamos de Morteros salimos enseguida, que ya llevamos tiempo esperando. Hemos tardado menos de dos horas en llegar desde la entrada, sin prisa pero sin dudar en ningún punto (Se nota que alguno se la conoce...). Ya que lo normal sería tardar en salir bastante menos que el otro grupo, decidimos recorrer la Galería Abominable del Tercer Piso, para que la travesía no nos sepa a tan poco y por hacer tiempo.

Se trata de una galería llena de bloques y cascajo, de dimensiones aceptables, donde la única formación es una concreción blanca que ha rellenado las grietas del techo y tapizado algunas paredes. No deja de ser curioso. Pero lo más sorprendente es que en el punto donde la galería hace su primer giro de 90º, descubro entre los bloques ¡35 pesetas! Me había encontrado cosas variadas en las cuevas; creo que esto es de lo más inesperado.

35 pesetas

Damos media vuelta y comenzamos a subir los pozos de Imunía. Bajando no se habrán mojado, pero subiendo nos han dejado un resalte donde hay que hacer algunos malabares para no comerse el chorro... Ya le tiraremos de las orejas a Rebe.

Meandro activo de Imunía

Ya en la sala de entrada, voy a enseñarles a mis compañeros por dónde se entra a la nueva red... Pero la entrada ha desparecido. Se nota que la rampa de piedras de esta sala es bastante inestable. Razón teníamos en esperar acusado estiaje para atacar la red profunda.

Sala de entrada de Imunía


El equipo que sale por Morteros inicia la marcha tras una nueva pausa gastronómica. Recogiendo las miguitas de pan reflectantes que había dejado el otro grupo alcanzan la base del pozo de entrada en una hora y media. Pablo les espera desde lo alto de un nevero para indicarles la ruta de regreso al coche.

P25 de entrada a la Torca de los Morteros

Nos ha sabido a poco. Y con tanto condicionar el plan al reloj para no incumplir el toque de queda, parecía que estábamos echando una carrera. Al final, incluso nos sobró tiempo para lavar las cuerdas y tomarnos una merecida cerveza. Ángel hasta pudo volver a dormir a Ávila.


Bueno, pues para calentar, vale. ¿Cuándo hacemos una un poco más grande?


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