domingo, 3 de abril de 2016

La Plagne

Hacía ya tiempo que no podíamos coincidir para una semana de esquí en familia. El más condicionado era mi hermano, por su trabajo. Ni mis padres ni yo teníamos mayor problema en coger una semana u otra y finalmente acordamos reservar la última de Marzo para esquiar. Lorena y Lucas se quedaron en casa con los dientes largos...

Por esas fechas, salvo que venga raro el año, el destino más seguro son los Alpes. En el Pirineo te aseguras la nieve sopa y puede que hasta hacer la última bajada en el telesilla por falta de nieve. Y nos apetecía ir a los Alpes, ¡qué leches! El caso es que no teníamos tan claro como otras veces el destino. Casi siempre hemos buscado una estación muy grande, con altitud y buenos remontes, y con alojamientos asequibles a pie de pistas. Esto nos ha llevado la mayoría de las veces a Les Menuires, en los 3 Valles. Pero ya nos estábamos aburriendo y queríamos probar algo nuevo.
  • Tignes-Val d'Isère era mi opción preferida. Alta, con dos glaciares, remontes modernos. Lo del alojamiento barato y a pie de pistas sería lo más complejo.
  • En Alpe d'Huez habíamos estado hacía pocos años. A mí se mi hizo más pequeña de lo que parecía.
  • Serre Chevalier, Avoriaz-Morzine o Les Sybelles son mucho más bajitas, lo que es arriesgado estando casi en Abril.
  • ¿Y La Plagne-Les Arcs? Tiene 2 glaciares y muchos núcleos donde elegir alojamientos. Y no parecía ir mal servida de sillas desembragrables. La mayor pega parecían los núcleos bajos de La Plagne... ¡Elegida!
Localización de algunos de los grandes dominios franceses.

Buscamos un apartamento en Aime-La Plagne y allí fuimos los cuatro.


La Plagne está compuesta por 7 núcleos en altitud, en una especie de circo montañoso, además de los pueblos de Montchavin, Les Coches, Montalbert y Champagny.
Aime es el de mayor altitud, compuesto básicamente por un edificio monstruoso de apartamentos que representa perfectamente el esquí industrial de los Alpes franceses: aparcamiento a un lado, pista al otro y galería comercial en las entrañas, para poder pasar toda la semana sin mover el coche. Además, está unido al núcleo principal, Plagne Centre, mediante un pequeño teleférico, el telemetro. Es un concepto idéntico al edificio de Brelin, en Les Menuires. Sin embargo, hay un aspecto en que Aime gana por goleada: teníamos vistas al Mont Blanc desde nuestra ventana.

La Plagne


Llegamos con mucha incertidumbre sobre la cantidad y calidad de nieve. En cotas bajas se anunciaban 20 cm, lo que es sinónimo de grandes calvas. Nada más aparcar, nos asomamos a la pista y... bueno... he visto pescaderías con mejor nieve.

El primer día comenzamos con una ronda de reconocimiento. Pasamos a Champagny, en la cara Sur, y confirmamos que fuera de las pistas el asunto estaba peliagudo: totalmente helado por la mañana y pastosillo por la tarde. Ahí hacía falta una nevada. Más arriba, sin embargo, todavía se podía hacer algo.

Nuestras plegarias se vieron parcialmente recompensadas a lo largo de la semana: un par de nevadas nos alegraron el espíritu, en particular una que dejó hasta 30 cm de nieve polvo. Bueno, polvo los primeros 15 minutos... Ya se sabe, estamos en primavera, por mucho que nos vayamos a los Alpes. Luego llegó a llover en cotas de hasta 2500 m, así que durante la semana pudimos practicar con todo tipo de nieves: polvo, polvo venteada, polvo compactada, dura, costra de rehielo, primavera, húmeda, mojada, empapada...


Comparándola con otras estaciones

Estamos muy acostumbrados a los 3 Valles. Pensamos que tenía la mejor combinación de tamaño, altitud y calidad de remontes. Y lo que hemos visto es:
  • Tiene glaciar, pero no es una estación de mucha altitud. Hay poquitas cosas por encima de 2500 m. Baja hasta 1200 m, donde es más difícil encontrar buena nieve.
  • Es muy variada. Tiene prácticamente de todo: glaciar, bosques, orientaciones diversas, pueblos... Eso hace que sea también muy bonita. Es una de las que más me ha gustado, bastante más que los 3 Valles, donde se echa de menos algo más de bosque.
  • En contra de lo que creíamos, tiene muchas posibilidades de fuera-pista. Y los tiene preciosos, como la bajada desde l'Arpette hacia Les Coches.
  • Se nota que hace falta inversión en algunos remontes, o reestructuración de los mismos. El acceso al glaciar es viejuno y cierra con frecuencia. Los remontes clave de conexión se saturan por no disponer de alternativa: vimos grandes colas en Bergerie, Arpette o Colosses, a pesar de ser sillas de gran capacidad. En ese sentido, en los 3 Valles casi siempre hay dos alternativas en los ejes principales de conexión.

Paradiski

La Plagne está unida a Les Arcs por un teleférico doble con cabinas de dos pisos. Da mucho miedo esta clase de uniones, que hacen pensar que cierren con facilidad, pero la verdad es que todos los días ha estado abierta, que sepamos, con todo tipo de condiciones meteorológicas.

Les Arcs.

Les Arcs me resultó algo más monótona que La Plagne. Básicamente, tiene una ladera con bosque, y un valle superior que desemboca en Arc 2000, donde podemos encontrar el teléferico de l'Aiguille Rouge y la silla del Col. Son dos zonas que tienen pinta de coger buena nieve.
La bajada desde Aiguille Rouge hasta Vilaroger es larga, con casi 2000 m de desnivel, y me encantó. El paisaje es magnífico y la ruta es muy variada. Eso sí, estando en Aime, el tiempo para llegar hasta allí y volver va muy justito.
Desde Aiguille Rouge podemos asomarnos a la cara Sur, con vistas hacia la zona del Mont Pourri. Me quedé con unas ganas tremendas de bajar por la canal bajo el teleférico, inmaculada y con sólo una intrépida huella. Sin conocerlo, con peligro de avalanchas, tuve que dejarlo para otra ocasión.

Teleférico de Aiguille Rouge.

Una de las pistas que más nos gustó es la roja Malgovert, en Arc1600. Es una de esas que no pisan, por lo que en ciertas zonas está llena de bañeras. Sin embargo, es tremendamente variada, con bosque abierto, lo que permite múltiples itinerarios. Además, está apartada en una esquina del dominio, con unas vistas increíbles. Preciosa, sin lugar a dudas, para bajar sin prisas, disfrutando del entorno y jugando con árboles, rocas y montículos.



Veredicto


Si queremos esquí puro y duro, con buenos remontes modernos y grandes desniveles, elegiremos los 3 Valles. Ahora bien, si nos apetece bajar el ritmo en alguna ocasión para esquiar por un camino en bosque, parar de vez en cuando para disfrutar del paisaje variado y no nos importa tener que coger algún telesilla de pinza fija o incluso alguna percha, La Plagne nos va a encantar. No hay más que comprobar la proporción de niños esquiadores en una y otra.