viernes, 5 de abril de 2013

Reflexiones tras el alud de Formigal

Aramón, otra vez.


Ante todo, lo que escribiré a continuación es mi humilde opinión, sin tener acceso a toda la información existente. Por ello y por supuesto, es algo totalmente subjetivo. Pero no por ello deja de ser un punto de vista de un apasionado de la nieve y el esquí, que como tal procura informarse bastante de lo relativo a este mundillo, y usuario relativamente frecuente de las instalaciones de Aramón.

Alud en Formigal, 25-03-13


El pasado lunes 25 de Marzo de 2013, a eso de las 13:30 de la tarde, se produjo un pequeño alud en la ladera sur del Pico Royo de Formigal, junto a la pista azul del mismo nombre. La cola del alud alcanzó la pista, con apenas una altura de 1,5 metros, afectando a una superficie de unos 20 m2. Poca cosa, aunque de nieve húmeda.

Pista Pico Royo
La fatalidad quiso que tres chavales se encontraran justo en ese punto sentados, jugando. Dos de ellos pudieron salir sin problemas, pero la tercera niña, de 7 años, fue sepultada por la nieve. Murió al día siguiente.

La pista Pico Royo


La pista Pico Royo es una azul que permite el regreso desde la zona de Anayet a la de Izas-Sarrios. Se trata de un camino excavado artificialmente a media ladera, para permitir el paso de los esquiadores de menos nivel, pues la elevada pendiente de la zona (30º-45º) solamente permite la existencia de pistas "naturales" rojas (Collado y Collado II) o negras (Tubos Collado, Sarrios o Mirador).

Trazado de algunas pistas y remontes de la zona de conexión Anayet-Izas-Sarrios.

Su exposición es S-SE. Para obtener un perfil longitudinal con pendiente moderada, se ve obligada a cortar a media ladera, precisamente en una de las zonas de mayor inclinación de la misma. En la foto anterior se pueden apreciar zonas sin nieve, muestra de cómo debido a esa inclinación, ésta tiene mayor dificultad para permanecer estabilizada sobre la ladera.

Previsibilidad del alud


Este invierno 2013 ha sido extraordinario en nevadas. En casi todas las estaciones de esquí hemos podido encontrar zonas con acumulaciones de nieve superiores a los 4 metros, y el espesor medio general superaba ampliamente 1 ó 2 metros. Desconozco si el alud se produjo en una de las pequeñas canales que se aprecian en las fotografías, que desembocan en la pista; si fue un derrumbamiento del corte producido en la acumulación de nieve por las máquinas pisapistas; o una combinación de ambos casos.
Aún así, puedo reunir los siguientes factores:
  • Mucha nieve.
  • Pendiente elevada.
  • Finales de marzo (más horas de insolación, temperaturas elevadas).
  • 13:30 de la tarde.
  • Exposición prácticamente Sur.
Pongamos una pista debajo, y tendremos una especie de canalón de recogida de nieve primavera por las tardes.

Casos similares


Lo más parecido que me viene a la cabeza es la pista Boulevard de la Loze, en la estación francesa de Méribel (Los 3 Valles).

Plano parcial de pistas de Meribel. Zonas Loze, Saulire, Altiport.
Boulevard de la Loze.
Es un camino que corta bajo una ladera empinada de orientación Oeste. Toda la zona por encima de la pista está repleta de Gazex y Catex (sistemas de desencadenamiento de avalanchas). A pesar de ello, por las tardes de primavera, es frecuente encontrarse la pista cerrada por peligro de avalanchas, aunque haya estado abierta por la mañana. A pesar de que en todos lados te advierten de que es posible que te interrumpan las conexiones entre los tres valles en cualquier momento, te señalizan el recorrido alternativo para que puedas bajar a Meribel a través del altipuerto.


Este invierno, tras una noche de nevadas en Baqueira (50 cm), al subir nos encontramos media estación cerrada, supongo que por peligro de avalanchas. Desde la silla Vista Beret pudimos ver cómo personal de la estación estaba lanzando cargas explosivas en una zona fuera de las pistas junto a la silla de Blanhiblar. Escasamente una hora después de provocar dos pequeños aludes, abrieron la zona. Con el anterior, son dos ejemplo de cómo las pistas se pueden cerrar o abrir en función de las condiciones presentes, que pueden cambiar en un mismo día.

Semanas después, tras esquiar nuevamente en Baqueira, estuvimos retenidos una hora y pico en el aparcamiento de Orri porque un alud había cortado la carretera. La avalancha desbordó la estructura construida sobre la carretera, y la tapó unos metros más abajo. Creo que en este caso no se lamentaron víctimas, y apenas pude encontrar algún comentario al respecto en internet. Nuevamente, el alud se produjo en una ladera empinada, de exposición Sur, en una tarde soleada de temperaturas moderadas. Bien podía servir como aviso de la primavera que se avecinaba.



¿Fuera de pistas? Responsabilidades


Si no me equivoco, la Guardia Civil abrió una pequeña investigación de las causas. La conclusión es que había sido producido fortuitamente fuera de las pistas. Me gustaría saber de alguna avalancha que se haya producido dentro de las pistas. Casi siempre (por no decir siempre), las avalanchas se desencadenan fuera de las pistas, y dependiendo de su localización, tamaño, etc., es cuando alcanzan las pistas. Creo que aún así no se le va a atribuir responsabilidad alguna a la estación ni a sus gestores.

Ahora yo me pregunto: ¿y si un esquiador es el que desencadena ese pequeño alud? Seguramente ahora mismo estaría en la cárcel, como les puede ocurrir próximamente a dos españoles por provocar un alud en Peyragudes. Y ojo: me parece bien. Hay riesgo de avalanchas, se les advierte, ustedes hacen caso omiso de la señalización y provocan una avalancha que atrapa a unos niños (aunque fuese sin consecuencias).

Los que me conocéis, sabéis que me paso más tiempo fuera de las pistas que dentro de ellas. Me encanta buscar rincones sin pisar para pintar mis líneas y piedras que saltar para hacer estas líneas discontinuas. Conseguir dejar mi huella en una ladera de nieve polvo sin tocar es uno de los mayores placeres que le he encontrado a esta vida. Pero también sabéis que antes de meterme, miro mucho. Miro cómo está la nieve, la orientación de la zona, lo que hay por encima y por debajo... Y, sobre todo, tengo asumido que lo que me ocurra será responsabilidad mía; igual que lo será si afecto a terceros.

Seguramente, para el gran público, seré un inconsciente y un temerario. Se me tachará (y se me ha tachado) casi de delincuente (como me ocurrió en La Pinilla, donde amenazaban con quitarme el forfait por esquiar fuera de pistas en una zona donde nunca ha habido el más mínimo desprendimiento de nieve). Pero creo ser consciente de lo que hago y tener más dedos de frente de lo que pueda parecer. Y entre esas cosas de las que soy consciente, está la de que meterse una tarde de primavera sin frío en una ladera empinada de orientación Sur, tras un invierno de nevadas como éste, significa casi seguro provocar un alud de nieve primavera.

La responsabilidad de Aramón


Ya que se me critica tanto en esta sociedad hiperproteccionista como la nuestra, yo doy por hecho que los gestores de una estación pondrán todos los medios a su alcance para evitar desgracias como la ocurrida. Pero no termina de entrarme en la cabeza cómo ha podido pasar en esta ocasión.

El alud era previsible. Aramón no puso personal a provocar avalanchas (aunque sí se fueron a tirar cornisas después del accidente). Ciertamente, por la mañana no habrían conseguido nada, pues la nieve estaría más estabilizada. Solamente el paso del día la ablandó y propició el alud. Por lo que el momento ideal para provocar la avalancha era por la tarde. Pero por la tarde el público esquía, y no se pueden provocar avalanchas si hay gente pululando por ahí. Y resulta que Pico Royo es la única pista de baja dificultad que permite el regreso de Anayet a Sarrios-Izas. Si se cierra la pista, ¿cómo se le explica a ese gran público de nivel bajo-intermedio? ¿Qué alternativas hay? ¿Autobús? ¿Bajar en la silla Collado? Eso suena a quejas. 

O, lo que es peor: ¿nadie ha previsto lo previsible?


Fuera por la razón que fuera, un alud llegó a una pista azul. Si hubiese sido provocado por un esquiador fuera de las pistas, le habrían exigido responsabilidades. Del mismo modo, en mi opinión, Aramón debería asumirlas en esta ocasión. Todos sabemos que la montaña tiene sus riesgos, pero cuando se vende como un parque de atracciones, lo mínimo esperable es que las pistas sean lugares relativamente seguros.

La actitud de Aramón tras el accidente


Los días 25, 26 y 27 estuve buscando información al respecto. En su página web, Aramón-Formigal no mencionaba absolutamente nada sobre ello. Solamente un triste y escueto comunicado de condolencia, escondido ya no recuerdo en qué página secundaria, es lo que se podía encontrar. Pero en portada, bien anunciada la fiesta de final de temporada. Entiendo relativamente que procuren no publicitar el asunto para tratar de que les salpique lo menos posible, pero tengan un poco de sensibilidad, por favor. La gente no es boba y se va a enterar de lo sucedido de todas formas. Un suceso como éste es publicidad negativa de todos modos, pero están gritando a voces que su objetivo (aun siendo el mismo que el de toda empresa) solamente es uno: €.


Mis impresiones con Aramón


Llevo esquiando desde los 6 años. Siendo niño, estuve en Candanchú y en Formigal. Con 13 años, visité Cerler. Aramón no existía. Cerler era una estación deficitaria (como casi todas) que daba vida al Valle de Benasque, y se mantenía por una simbiosis entre la estación y los hosteleros del valle. Por aquel entonces, no existían los telesillas Batisielles, Rincón del Cielo, Basibé ni el Molino. Cuando íbamos entre semana, la estación estaba prácticamente para nosotros solitos, además de algún grupillo de militares que se deslizaban como buenamente podían en sus primeros días. Recuerdo llegar con mi hermano a la silla del Cogulla y, al verla parada, preguntarle al remontero si estaba cerrada. -"No, no, pasad, que os la arranco"-. Cuando llegábamos arriba, la paraban porque no la había cogido nadie más durante nuestra subida.

Telesilla Plana d'Estall, ahora sustituido por El Molino.

Volví regularmente, no cada invierno, pero sí lo suficiente para verla crecer: la silla del Molino, Batisielles, la supresión de los telesquís, la silla del Rincón... En esto, llegó Aramón. Comenzaron a aparecer atracciones por la estación: snowpark, boardercross, nuevas cafeterías, snowspeed, slalom, skity area... Dejando aparte el uso del inglés frente al castellano para todos estos nombres, muchas de estas cosas parecían atractivas, pero excesivamente publicitadas. Se notaba que se estaba "vendiendo" la estación, con el ánimo de atraer más público. Es normal, y no es malo: más público = más ingresos = más inversiones = mejores remontes... y así. Lógicamente, se perdía el trato familiar. Los remonteros ya no te preguntaban si te seguía doliendo la caída del día anterior.

Pero lo que me mosqueaba de todas esta novedades era que siempre las había. Siempre había una pista nueva o un cambio en el snowpark. Incluso cuando el invierno anterior había sido malo y se sabía que los ingresos habían sido pocos, siempre se sacaban algo de la manga para tratar de llamar la atención. Y así fueron naciendo pistas por donde siempre habíamos esquiado, como Pasolobino, Epic Trail (¿no había nombres más "locales"?, Canal y Canal Amplla, Edelweiss, Barraina, El Tubo o la reciente Tempestades. Muchas pistas nuevas para sacar 80 km de pistas donde, con los mismos remontes, había 60. Y el caso es que hay algunas, como Llitarrades (que consiste en cortar una ladera eterna para bajar una pala de unas decenas de metros), que nunca he visto abiertas. ¿De qué sirve tener tantas pistas y atracciones si varias de ellas siempre están cerradas? Ah, sí: para la publicidad.

Y ahora me voy a Formigal y a su plano de pistas. Resulta que con 16 remontes efectivos (hay otras 5 cintas, que no cuento), da servicio a ¡137 km esquiables! Con esto, cada remonte debe dar servicio a 8,5 km de pistas. Por comparar un poco, en Baqueira esta cifra baja a 5,2 km/remonte, y en Los 3 Valles (Alpes), a poco más de 4. Esto se debe a que se ha tratado de ganar km de pistas a toda costa. He recorrido algunas de sus abundantes pistas negras, y me he encontrado cortando ladera para bajar una simple pala no muy larga, siguiendo una triste hilera de balizas (nada de pisarlas o balizar decentemente), como en La Cueva, Infierno o Ibón. Pero lo que clama al cielo es que varias de las pistas se traduzcan en: "Tire usted por ahí siguiendo esos palitos; cuando llegue al llano, échese los esquís al hombro y camine hasta la carretera, donde en algún momento pasará un autobús que le llevará de nuevo a un aparcamiento. Eso sí, el autobús es gratis, ¿eh?". Y así tenemos Hayas, Masacuas, Ministirio, Las Peirinas, Arrigal o Garmo la Mina.

Con demasiada frecuencia miro los partes de nieve. Es increíble la mentira descarada que pueden llegar a ser. No discuto las cotas en sí (que sobre todo las mínimas darían mucho que hablar), pero sean un poco disimulados, por favor. No es posible mantener una misma cota de 135 cm durante semanas, cuando entre medias nieva, hace sol, llueve, vuelve a nevar, vuelve a hacer sol, suben las temperaturas, bajan... No cuela. Pero claro, queda feo ir poniendo pocos espesores de nieve, y vende mucho poner nieve polvo, aunque ésta sólo aguante así a primerísima hora de la mañana, en la punta de la pista más alta de toda la estación.

Cada vez me queda más claro que lo único que quiere Aramón de mí es mi dinero, directamente. Pero parece que no se dan cuenta de que la confianza también vende. Es una especie de inversión, pero da sus frutos. Si sabemos que alguien no nos engaña, recurriremos a él nuevamente en el futuro. Y la última vez que fui a Cerler, en Semana Santa, volví a sentirme algo engañado. Reservé un paquete de 4 noches de hotel con forfait. Para calcular el precio, tomé de su página la tarifa de forfait para 4 días no consecutivos, pues en festivos no ofrecen los 4 días seguidos. Al cambiar el bono en la taquilla, la cajera me advirtió de que los días eran consecutivos. Me habían colado un producto que no se oferta al público. No es que me supusiera un gran problema, pero sí fue una muestra del afán de Aramón por arañarme unos pocos euros.

Resumiendo...


Aramón nos cobra por usar sus instalaciones, ¡y bien cobradas! No faltan banderitas verdes publicitarias en todas sus estaciones y artimañas varias para llamarnos a nosotros y a nuestro dinero. Pero ya que nos venden lo guapos y lo modernos que son, también deberían vendernos seguridad (y seguro que nos la venden), de la que por supuesto también presumirán. No es admisible que una niña de 7 años haya fallecido bajo una avalancha dentro de una pista azul, en condiciones previsibles, por pequeña que fuera. Y ya que seguro que si un incauto esquiador hubiese provocado el suceso por salir de la zona "controlada" por la estación, le habría caído encima todo el peso de la Ley, en este caso debería caerle a Aramón y a sus responsables. Pero como a nadie le interesa, por las pérdidas de imagen y económicas que le acarrearían al valle de Tena, se correrá un tupido velo en este asunto. Aún así, las pérdidas económicas y de imagen vendrán (por le pérdida de confianza), aunque no se vean o no se quieran ver.

Una vez más, poderoso caballero es don dinero.



Pd.: Perdón y gracias a los que habéis tenido la paciencia de leer semejante ladrillo.


2 comentarios:

  1. Que conste que lo he leido entero.
    Ya sabes que no solo pasa en el esqui, la pasta es la pasta.

    saludetes

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