viernes, 1 de febrero de 2013

Nevadas

Cuándo y dónde podemos esperar que nieve.

Algunos me llamáis friki porque paso muchas horas cada invierno mirando las previsiones y modelos meteorológicos. Voy a tratar de explicar algo de lo que he aprendido haciéndolo, centrándome en la nieve y el esquí. Tened en cuenta que soy novato en la materia: espero no cometer errores demasiado gordos.



ANTICICLONES Y BORRASCAS


A gran escala, el tiempo viene determinado por la posición de anticiclones y borrascas. El aire tiende a desplazarse de las zonas de altas a las de bajas presiones, pero siempre girando en sentido horario en torno a los anticiclones, y en sentido antihorario en torno a las borrascas (en el hemisferio Norte), debido a la fuerza de Coriolis.

Una isobara es una línea que une todos los puntos que se encuentran a la misma presión atmosférica en una superficie concreta (p. ej.: 1012 milibares). El viento sigue la dirección marcada por las isobaras, aproximadamente. Cuanto más juntas estén, soplará con mayor fuerza.
Una vez que sabemos qué dirección tendrá el viento mirando un mapa de isobaras, veamos cómo funciona una borrasca, puesto que es allí donde tendremos nubosidad y tiempo inestable.


Las borrascas, al rozar con un anticiclón, “arrancan” una masa de aire cálido (y húmedo) de éste, ante la que se forma un frente cálido y tras la que viaja un frente frío. Los frentes son las zonas de encuentro de distintas masas de aire.

En el frente cálido, el aire caliente, al encontrarse con el aire frío, sube por encima de éste por su menor densidad. Al ascender se enfría, provocando que la humedad que lleva se condense y precipite. En el frente frío, el aire frío empuja al aire cálido. Por ser más denso, el aire frío se introduce a modo de cuña por debajo del aire caliente, haciéndolo subir, y provocando así precipitaciones.
El aire adquiere la humedad del mar, principalmente, por lo que, cuanto más marítimo sea el recorrido de una borrasca, más probabilidad de que genere precipitaciones más cuantiosas.


LAS CAPAS ALTAS DE LA ATMÓSFERA


Cuando vemos la predicción del tiempo en la televisión, se centran en lo que ocurre a ras de suelo. Pero las capas altas de la atmósfera tienen bastante influencia en ello. Así, para estimar el tiempo en un plazo de varios días, se suelen mirar mapas de altura geopotencial. Concretamente, se suele utilizar el de 500 hPa, por ser de los más representativos, como éste del 01/01/2012:
Las líneas blancas son isobaras de superficie (presión a ras de suelo). Los colores indican más o menos la altura a la que la presión es de 500 hPa. Esta altura, si la atmósfera estuviese estable, sería de unos 5.500 m. Así, en este mapa vemos al anticiclón de las Azores dominando el Atlántico y apoyado por elevadas presiones en altura, incluyendo toda España. Eso se traduce en el tiempo estable y soleado que tuvimos el invierno pasado. Sin embargo, al lado de Islandia, vemos una profunda borrasca (960 hPa), apoyada por aire muy frío en altura (colores azules y violetas). Allí seguro que el tiempo fue movidito en esa Nochevieja.
Puede darse la circunstancia de que la situación en superficie sea distinta que en altura; en este caso, las borrascas serán menos “movidas” y las precipitaciones menos generosas. Por otra parte, si lo que queremos es nieve, necesitamos aire frío en todas las capas de la atmósfera.


EL EFECTO DE LA OROGRAFÍA


Al igual que, al encontrarse dos masas de aire, la fría obliga a ascender a la cálida, cuando una masa de aire se encuentra con un sistema montañoso, se ve obligada a ascender y, por tanto, a enfriarse. De este modo, se acelera la condensación y aumenta la precipitación en el lado de barlovento.


Una vez rebasado el sistema montañoso, el aire ha dejado su humedad y cesan las precipitaciones. El aire seco desciende por sotavento, aumentando rápidamente su presión y, con ello, su temperatura. Este fenómeno se conoce como efecto Foehn.




LA SITUACIÓN DE ESPAÑA


Dada la situación geográfica de España en nuestro planeta, los centros de acción más habituales que determinan nuestro tiempo son los siguientes:
  • Anticiclón de las Azores: debe su nombre al archipiélago en el que suele estar centrado, en pleno Océano Atlántico. Es el que más directamente incide sobre nosotros: si se nos acerca (y suele tener querencia a ello en invierno), tiempo estable; si se va a su casa, permite que nos lleguen las lluvias.
  • Anticiclón Siberiano: oímos hablar de él en invierno, pues es una fuente de aire frío continental.
  • Anticiclón Groenlandés: otra fuente de aire frío situada en las cercanías del Polo.
  • Borrascas de Terranova: en este extremo del continente americano se gestan gran parte de las borrascas que nos alcanzan, tras cruzar el Atlántico, ayudadas por la corriente de Chorro (o Jet Stream), que sopla en capas altas de la atmósfera, de Oeste a Este.
  • Borrascas mediterráneas: suelen ser restos de borrascas atlánticas que se reactivan, pero no tienen ni mucho menos la envergadura de aquellas. Pueden volver hacia nosotros en circulación retrógrada (de Este a Oeste), trayendo sorpresas a Levante.

Dependiendo de la posición relativa de unos y otros, los efectos que recibiremos pueden ser muy diferentes:
Noroestada
  • Vientos del NO: son muy frecuentes para nosotros. Se producen cuando hay una borrasca en torno a las Islas Británicas, con el Azoriano más o menos en su posición normal. Nos aportan aire frío y muy cargado de humedad, por su gran recorrido marítimo. Lo habitual es ver estos mapas con isobaras muy juntas, que se traducen en vientos fuertes.
  • Vientos del O: la situación es parecida a la anterior, pero en este caso el Azoriano está más retirado, permitiendo que la borrasca se desplace más al Sur. Así, siguen siendo vientos muy húmedos. Su descenso de latitud conlleva un aumento de temperatura de la masa de aire, si bien el inicio puede ser también frío.
  • Vientos del SO: de nuevo tienen gran recorrido marítimo, pero su origen suele ser subtropical, por lo que se trata de vientos cálidos.
  • Vientos del S y SE: al Sur tenemos el inmenso desierto del Sáhara, donde no se generan borrascas. Se tratará así de vientos muy cálidos y secos, de naturaleza anticiclónica, que provocan las temidas olas de calor veraniegas.

Ola de calor
  • Vientos del E: no son muy frecuentes, pues son contrarios a la circulación habitual Oeste-Este de nuestras latitudes. El Mediterráneo ejerce un efecto humidificador en ellos, no tan potente como el Atlántico, pero que puede tener su importancia.
  • Vientos del NE: originan las famosas olas de frío siberiano, por su procedencia. Son vientos muy fríos, pero muy secos. Se originan cuando el anticiclón Siberiano consigue estirarse hasta abarcar todo el Norte de Europa, enviando aire procedente del continente hasta nosotros por su flanco Sur.
    Norestada
  • Vientos del N: vienen directamente del Polo; esto puede hacernos pensar que deberían ser tan fríos o más que los Norestes, pero al cruzar el Atlántico Norte o el Mar del Norte, el aire se templa y adquiere humedad, sin llegar a hacerlo tanto como los Noroestes. Así, tenemos aire bastante frío y húmedo, ideal para la nieve.
Nortada. 80 cm de nieve en Burgos capital.


CÓMO AFECTA TODO ESTO A ALGUNAS DE LAS ESTACIONES DE ESQUÍ

1: Manzaneda. 2: Pajares. 3: San Isidro. 4: Alto Campoo. 5: Valdezcaray. 6: La Pinilla. 7: Valdesquí, Navacerrada. 8: La Covatilla. 9: Javalambre. 10: Valdelinares. 11: Sierra Nevada.

Cordillera Cantábrica (Manzaneda, San Isidro, Pajares, Alto Campoo...)


Se encuentran en la fachada atlántica, por lo que se ven muy favorecidas por los N y NO. Su problema es que están muy cerca del mar y muy expuestas a sus efectos, por lo que la humedad del aire cuando llega a ellas es muy alta, así como la variabilidad de las temperaturas y de la cota de nieve. Así, nieva bastante, sí, pero es difícil encontrar nieve polvo porque se humedece enseguida y porque también llueve bastante. Además, los fuertes vientos que sufren por ser la primera barrera en miles de km que se encuentran las borrascas, provocan ventisqueros y nieve cuarteada. Si los vientos proceden del O, la cota de nieve no suele ser lo suficientemente baja, y directamente reciben aguanieve o lluvia, pues su altitud máxima también es limitada (2000-2100 m). Los SO y S hacen llorar, por la rapidez con que las elevadas temperaturas y las lluvias derriten la nieve. En el caso de Manzaneda, todo esto es, si cabe, todavía más acentuado, pues además es la más baja de todas. Por último, los vientos de NE consiguen un cierto recorrido marítimo en el Golfo de Vizcaya que puede aportar algo de nieve.



Sistema Central (La Covatilla, Navacerrada, Valdesquí, La Pinilla)

Esta entrada dejó más de medio metro
de nieve en La Pinilla; se tradujo en uno de
mis mejores días de esquí.

Estas pobres suelen ser las peor paradas de España. Su única fuente directa de precipitación procede del O y SO, pues al NO, N y NE existen cordilleras elevadas que se quedan casi toda la precipitación, impidiendo que llegue hasta el centro. Podría decirse que necesitan que una borrasca baje desde el N frente a las costas gallegas y gire al E para entrar en la Meseta sin haber perdido mucho frío y, por supuesto, bien acompañada en altura. Muy expuestas al viento. Al estar lejos de la costa, poseen ambientes más secos y con mínimas más bajas que las Cantábricas, que les permite recurrir a la nieve artificial, sin la cual estarían condenadas a desaparecer.



Sistema Ibérico (Valdezcaray, Javalambre, Valdelinares)


Valdezcaray es otra estación orientada al Cantábrico. No está tan cerca de la costa, por lo que es un caso intermedio entre las Cantábricas y las Centrales. Las nortadas le vienen perfectas, pues para los NO y los O queda más a la sombra de la Cordillera Cantábrica. Muy azotada también por el viento.

Javalambre y Valdelinares son estaciones mediterráneas. Una situación retrógada con borrasca mediterránea les dejará nieve casi seguro, pues suelen traer cotas de nieve bajas. En cuanto a O, NO y N, los vientos han de cruzar toda la península, y esto merma significativamente las precipitaciones que pueden recibir.



Sierra Nevada


Gracias a su elevada altitud (2000-3300 m), consigue nieve a pesar de encontrarse casi en África. Casi toda nube que pase por allí le dejará algo: es un macizo aislado sin nada alrededor que le haga sombra. Le vienen bien los O y los E-NE, pues los NO y N no llegan a alcanzar Andalucía. Es frecuente ver que tiene los máximos espesores de España en cotas altas y, a la vez, problemas para mantener la nieve en las bajas.



PIRINEOS


Los mayores dominios esquiables están aquí. Pese a que el macizo es el mismo, con ver la posición relativa de cada una, entenderemos cómo les afectan las distintas situaciones meteorólgicas:

1: Candanchú. 2: Astún. 3: Formigal. 4: Panticosa. 5: Cerler. 6: Boi Taull. 7: Baqueira. 8: Espot. 9: Port-Ainé. 10: Vallnord. 11: Grand-Valira. 12: Masella-La Molina. 13: Vallter 2000.


Candanchú, Astún, Formigal, Panticosa


Lo que mejor les viene son los Oestes. Quedan algo a la sombra de los Nortes, que pegan de lleno en el lado francés. Los S y SO dejan lluvia con facilidad, pues su altitud no es demasiado elevada.


Cerler, Boi Taull


Son las más alejadas del mar, por lo que sería esperable que tuviesen la mejor nieve. El problema es que son estaciones de Sur de libro. Los Oestes les llegan, pero con menos intensidad que al resto de aragonesas. La barrera de Monte Perdido, Posets y Aneto-Maladeta hacen que ni se enteren de Noroestes y Nortes, salvo por el viento. Sin embargo, su elevada altitud (Cerler tiene 2 pistas por debajo de 1800 m y Boi Taull comienza a 2000 m) hace que estén relativamente a salvo de que los S y SO les traigan lluvias en lugar de nieve. En entradas de E, también pueden recibir algunos aportes. Al estar en el interior, sus temperaturas mínimas les permiten fabricar nieve artificial con facilidad.



Baqueira


Si miramos el mapa, vemos que es la única estación española en la vertiente atlántica del Pirineo. Además, está en el fondo de un valle abierto al NO. Así, con estas entradas, recibe nevadas brutales, al igual que con los N, pues las nubes se quedan retenidas sobre ella. Pero los O-SO también suelen dejar algunos centímetros. La configuración del relieve que la rodea hace que esté bastante protegida de los vientos, que sólo soplan fuertes en sus cotas más altas. No es nada extraño ver temporadas en que anuncia cotas máximas mayores de 3 m de nieve (como ahora mismo...).


Espot, Port Ainé


A pesar de que no las conozco, las comento por estar muy cerca de Baqueira. Son escasos km, pero el valle del Noguera Pallaresa está abierto al Sur, y eso marca la diferencia para explicar que puedan recibir tranquilamente menos de la mitad de nieve que Baqueira. Queda patente, por tanto, el efecto de la orografía.


Andorra (Vallnord, Grand-Valira)


Pese a pertenecer hidrográficamente a la vertiente Sur, suelen recibir sus mayores nevadas con NO y N. Pero con estos últimos, entramos en terreno de Tramontana, un viento que puede mantener estaciones cerradas durante varios días. También puede caer algo de SO (para el O queda muy a la sombra del resto de la coridllera) y de E.


Pirineo Oriental (Masella - La Molina, Nuria, Vallter 2000)


El Atlántico queda ya muy lejos (aunque algo dejarán los NO y N), así que reciben encantadas situaciones retrógadas con borrascas que vengan del mediterráneo. Los fríos NE ya pueden adquirir recorrido marítimo.



¿Y EN ARANDA?


Al mirar el mapa, Aranda queda rodeada de montañas por todas lados: por ello nuestro clima es relativamente seco (orografía, efecto Foehn...). Sólo al Oeste estamos libres de barreras, y de allí vienen casi todas nuestras precipitaciones. No es difícil ver nevar con Oestes, pero sólo estamos a 800 m de altitud, y eso hace que las nevadas duren unas pocas horas, dejando paso enseguida a la parte cálida del frente y, con ella, a las lluvias.
Pero si miramos bien, justo al Norte, la Cordillera Cantábrica tiene altitudes que no sobrepasan los 1500 m, frente a los 2500 m de los Picos de Europa que hacen que no nos llegue nada de NO. Así, las nortadas perfectas pueden dejarnos nieve (20 cm el 26-12-04). Pero hacia el Este tampoco hay grandes barreras, así que una potente entrada retrógrada podría alcanzarnos, máxime si choca con aire atlántico sobre nosotros (20 cm en Enero de 2009). Estas dos son situaciones que no se dan todos los años, pero soñar no cuesta...

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