lunes, 31 de marzo de 2014

Curso de progresión por cuerda 2014


Segunda edición, y ya parece un clásico:


Cursos monográficos 2014:

PROGRESIÓN POR CUERDA

Sima Calaca.

OBJETIVOS:
Aprender a progresar por una instalación fija convencional.

REQUISITOS:
Pertenecer al G.E.R. y estar federado, con licencia en vigor de 2014, en el momento de inicio del curso.

FECHAS:

  • Miércoles 23 de Abril, 9:00: charla teórica sobre técnica y material, en el club. A continuación, prácticas en paredes exteriores.
  • Sábado 26 de Abril: prácticas en paredes exteriores.
  • Domingo 27 de Abril: prácticas en cavidad sencilla. Fin del curso.

MATERIAL NECESARIO:
El club proporcionará todo el material colectivo necesario (cuerdas, anclajes, sacas...), así como el equipo personal para quien no disponga de él (casco con iluminación, arnés, aparatos de progresión). Cada participante deberá traer comida, ropa y calzado adecuados. Se recomiendan botas de montaña y ropa cómoda para las paredes, y botas de agua, mono de tela y ropa relativamente térmica y manchable para la cavidad.

INSCRIPCIONES:
En el tablón de anuncios del club, hasta el jueves 17 de Abril. Cada inscrito deberá aportar una cuota de 20 € con su inscripción, que se empleará en los gastos de desplazamiento. El dinero sobrante se devolverá entre los participantes. Salvo justificaciones muy concretas, esta cuota no se devolverá en caso de fallo de asistencia.
Se establece un límite de inscripciones de 8 plazas. Aparte del orden de inscripción, tendrán prioridad las personas que no realizaron este curso en 2013, por lo que si alguno cree conveniente repetirlo, deberá esperar al mismo jueves 17 de Abril, para ver si quedan plazas libres.



domingo, 9 de marzo de 2014

Ruta Silos - Peña del Águila - Peñacoba


Por fin, después de este larguísimo otoño que ya dura hasta Marzo, dejó de llover y los humanos salimos al monte. Teníamos ganas ya de que nos diese el aire y de caminar bajo el sol. Y para eso nos fuimos a Santo Domingo de Silos, donde lei en internet sobre una rutilla poco frecuentada, con una cascada y todo...

Ruta señalada sobre mapa extraído de Iberpix.

Dejamos el coche en Silos y nos encaminamos hacia un valle encajado que se abre en dirección Sureste. Para alcanzarlo, hay que pasar junto a una explanada que parece destinada a campamentos o a piscinas de verano. Por este valle viene el arroyo de Peñacoba, que supongo se secará en verano. Pero nosotros lo encontramos con un buen caudal, y hierba verde. Un pequeño puente de madera y unas mesas indican que es lugar frecuentado por paseantes.

No llevamos 500 metros caminando por este desfiladero cuando las paredes se juntan y el cauce ocupa toda la anchura disponible. Probablemente en verano podamos continuar por el fondo del valle, pero nosotros no queremos hacer el resto del camino con los pies mojados, y nos vemos obligados a buscar una alternativa. Ascendemos por la empinada ladera de nuestra izquierda (derecha orográfica). Hay bastante piedra suelta, por lo que recomiendo buscar roca firme, para evitar el efecto de "escaleras mecánicas". Cuando la pendiente se suaviza, podemos asomarnos hacia el Sur para buscar el primer paso posible que nos permita descender de nuevo hacia el cauce. No buscamos el arroyo directamente, sino que iremos bajando a él paulatinamente, acercándonos al cortado que se ve en dirección Sur. No busquéis una senda marcada: no la hay.

La cascada (1)
El primer punto de interés de la ruta es la cascada que señalo como (1) en el mapa. Es un curioso salto de unos 5 metros, con una poza debajo. Además, queda oculta por la vegetación, que impide verla hasta que no estamos junto a ella.

Las paredes que rodean la cascada nos impiden seguir nuestro camino por el valle, y tendremos que salir de él por su derecha orográfica. Ascendemos unos metros por la base de las paredes, en dirección Noreste, y buscamos el primer paso posible, sin que presente una escalada expuesta. Nosotros encontramos una pequeña canal que termina en un pequeño arco de piedra natural, bajo el que salimos del valle, a modo de cueva (2).

Desde este punto, seguimos ascendiendo suavemente en dirección Sureste por una zona erosionada, sin vegetación. Poco a poco irá apareciendo una senda de ovejas o, si nos adentramos un poco entre los árboles, una antigua pista. Ambas nos conducirán cómodamente hasta las Tenadas del Cerrito, que nosotros encontramos rodeadas de hierba verde, verde. Se nota que lleva meses lloviendo...

Desde las tenadas tenemos la opción de acortar nuestra ruta a la mitad, tomando la pista de regreso a Silos, que discurre por el otro lado del arroyo de Peñacoba. Pero nosotros elegimos hacer la ruta completa y buscamos una senda que se dirige hacia el Este. Al principio se la ve bastante pisada por ovejas, pero enseguida aparece una bifurcación. Nosotros tomaremos la menos pisada, que asciende hacia la derecha. Más que una senda, parece que en su día fue una pista, hoy echada a perder. Sigue bastante rectilínea, suavizando su ascenso a medida que avanzamos,  volviéndose llana y hasta empieza a descender poco a poco.

Cerca de 1,5 km después de las tenadas, la senda se difumina y se pierde. En este punto, tomaremos el vallejo que discurre en direccion Sur, hacia el Collado de la Hoya. Cuando estemos ya cerca de él, podremos empezar a ascender hacia la Peña del Águila. Nosotros no encontramos senda en todo este tramo, pero no es una zona en que ir campo a través sea difícil ni engorroso (Al menos, con el día totalmente despejado que disfrutábamos...).

El ascenso a la Peña e relativamente empinado, pero no muy largo (apenas 100 metros de desnivel). Las vistas que nos regala su vértice geodésico (3) merecen la pena realmente. Enfrente nuestro, al Norte, tenemos las mesetas de San Carlos y Carazo. Detrás, más lejos, se alzan el Mencilla y el San Millán. Hacia el Este, vemos claramente los Picos de Urbión. Más escondido, más al Este, podemos encontrar el Moncayo. Seguimos girándonos y vemos todo el Sistema Central, con el Pico del Lobo y, más lejos, Peñalara. Por supuesto, media Meseta Castellana. Pero lo más asombroso era que el día estaba tan claro que se podían divisar Espigüete y Curavacas en la montaña palentina, y los Picos de Europa justo detrás. Así que aprovechamos para comer en la Peña y poder disfrutar así un rato más de las vistas.

Vértice geodésico de la Peña del Águila (3)

Nuestra ruta regresa en dirección Oeste, cresteando a partir de aquí. Descendemos hasta el Collado de la Hoya y volvemos a ascender al otro lado, sin abandonar ya la cresta hasta llegar a una cruz de madera (4). Este tramo de ruta es el más delicado para los tobillos, pues discurre por terreno calizo, rocoso. Desde aquí vemos por fin la población de Peñacoba, a sus pies. También podemos ver la pista de regreso a Silos.

Para bajarnos de las peñas, buscamos al Noreste una senda que se introduce en un incipiente vallejo. La senda desciende por él totalmente rectilínea, hasta morir en la pista de acceso a las Tenadas del Cerrito. Seguimos descendiendo hasta cruzar el arroyo de Peñacoba.

Ya solamente nos queda seguir la pista que conduce a Silos. Tras una pequeña subida, la pista gira al NO, paralela al valle del Peñacoba. Enseguida comienza a descender suavemente, ganando pendiente a medida que nos acercamos a Silos. Ya solamente nos queda pasar junto a la Ermita de la Virgen del Camino, antes de terminar nuestro recorrido.

No encontré la cámara de fotos, y solamente tengo unas pocas hechas con los móviles. Además, así la veis por vosotros mismos...

Santo Domingo de Silos.

Recomendaciones


A excepción de la pista entre Peñacoba y Silos, que forma parte del Camino del Cid, esta ruta no está marcada ni balizada. Por ello, no esperaba gran cosa de ella, pero todos quedamos muy gratamente sorprendidos, sobre todo por los paisajes y las vistas que nos regala. Por ello, es muy recomendable realizarla en días despejados. Además, aunque no resulte difícil orientarse, la ausencia de sendas, balizas, e incluso de hitos, la hace desaconsejable para días de niebla. Otra cosa sería disponer de un GPS, pero yo aún carezco de esta tecnología, y todavía me siento cómodo con un simple mapa de papel. No presenta una especial dureza, pero tiene un par de tramos de terreno escarpado y pedregoso, especialmente toda la zona de cresta.

Si queréis que la cascada tenga agua, no vayáis en Agosto. No olvidemos que la hemos hecho el primer fin de semana soleado después de 3 meses seguidos de lluvias y nevadas...


Cómo no...


No pude resistir a mi olfato barranquero, y viendo la cascada y lo encajado del cauce del Peñacoba, seguí durante unos centenares de metros el arroyo desde el lado de Peñacoba, para ver si podía merecer la pena su descenso como barranco, puesto que los únicos reseñados por la zona (La Yecla y Tejada) atraviesan también las Peñas de Cervera de Sur a Norte. Pero tras unos 300 metros de pelearme con zarzas y matojos varios, desistí y salí al camino de Silos. No parece haber nada interesante en este sentido, aparte de la cascada.